miércoles, 8 de marzo de 2017

8 de Marzo. Día Internacional de la Mujer.

Carmen: "Cuando empecé con él teníamos una relación normal. Es cierto que era un poco celoso, pero poco a poco el celo fue in crescendo hasta llegar al 'no te pongas esa falda o ese top', y fue cerrando progresivamente nuestro círculo de amigos".

Cuando su hija pequeña tenía 4 años y el mayor 12 se fue a vivir con otro hombre. Estuvo 11 años con él. A lo largo de ese tiempo llegó a abandonarle hasta siete veces por cuestiones de violencia de género. Sin embargo, no logró romper lazos definitivamente y seguir adelante hasta hace 5 años. Hoy, lejos de todo aquello, a Carmen le gusta recordar que: "No somos víctimas, sino supervivientes".

Carmen es consciente de que tardó demasiado tiempo en salir definitivamente, pero explica que "hay una dependencia emocional enorme". Además, "inconscientemente te culpabilizas y poco a poco llega el miedo". Se refiere, por un lado, al miedo a lo que él será capaz de hacer si le abandona, pero no sólo a ese: "Desde dentro tenemos miedo a que no nos crean, a que no nos entiendan". Cada mujer tiene su punto de inflexión en un lugar diferente. Para Carmen, fue Lucía: "Mi hija tuvo varias depresiones e inicios de anorexia... Y esa fue la gota que colmó el vaso. Un día, tras una pelea, cogí unas bolsas de basura con algo de ropa y me fui con ella". Una niña que, a pesar de haber pasado su infancia en convivencia con los malos tratos, hoy es toda una mujer.



A los 2 años reconoce que "me empecé a dar cuenta de lo que estaba pasando en el momento en el que simplemente quería estar en cualquier sitio menos en mi casa". Hasta el punto en que sus estancias en los campamentos de verano se convirtieron en el momento más feliz del año. "Socialmente no sabía desenvolverme porque siempre estaba encerrada en casa". Por eso, una vez que se fueron, el cambio para Lucía fue enorme. "Pasé de no poder expresarme con libertad ni salir de casa a poder quedar con mis amigos".

Si bien las cosas han mejorado desde entonces, sigue yendo a terapia y confiesa que "he sufrido más desde que salí de allí, porque he empezado a razonarlo todo y a ser plenamente consciente de lo que sufrí". Pese a todo lo vivido, mantiene desde hace años una relación de pareja sana, estable y asegura: "En cuanto veo algo que no me gusta, lo digo. Desde luego, tengo muy claro que a mí no me va a pasar".

Vanesa: "Estaba harta de aguantar. Temía por mí y por mis hijos. No tienes vida, no duermes. A todo le dices que sí para evitar la bronca, pero cada día va a más". Habla Vanesa, de 41 años, una superviviente de la violencia que durante casi dos décadas le propinó su marido. Aguantó hasta que un día el objetivo no fue ella, sino el mayor de sus dos hijos. Tras una dura pelea, el niño, de 14 años, "me pidió que denunciara porque él era menor y no podía". Fue el punto y final a la pesadilla.

Éstos son sólo dos de los testimonios de mujeres que han sufrido maltrato. Hoy en día, muchas han conseguido salir adelante y armarse de valor y coraje para dejar a un lado un pasado oscuro y triste. Comenzar una nueva vida. Nunca dejes que tu relación te domine.

SER FELIZ ES UN HÁBITO. 
NI UNA MÁS. NI UNA MENOS.
NUNCA MÁS.
8 DE MARZO. DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER.
TODXS SOMOS IGUALES.

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